Posted on noviembre, 06 2024

Canelos, chilcos, nalcas y helechos son solo algunas de las más de 400 plantas que serán parte del “Bosque Hundido”, nuevo núcleo nativo de la comuna y el primero que utilizará la metodología de jardín de lluvia, espacio verde diseñado para captar y filtrar el agua de lluvia de las ciudades. Se encontrará emplazado en el sector del ex helipuerto de la costanera de Valdivia, dando forma a un pequeño ecosistema que será un refugio de biodiversidad más en el corazón de la capital regional.
 
El trabajo fue liderado por WWF Chile en conjunto con la Municipalidad de Valdivia, con el apoyo técnico de la Fundación Ecobarrios y Activa Valdivia, el cual permitirá dar solución a un problema de inundación leve que, hasta la fecha, estaba presente en el sector de la costanera anteriormente mencionado, generando acumulación de barro y saturación. La idea es que, desde ahora, actúe como una Solución basada en la Naturaleza, formando un humedal artificial y cumpliendo la función de “esponja”, que recibirá y absorberá el agua, evitando futuras inundaciones.
 
En el marco de un convenio de colaboración firmado en 2023 entre WWF Chile y la Municipalidad de Valdivia, se han desarrollado una serie de iniciativas conjuntas, entre las que destaca la campaña Muévete sin Auto, para impulsar patrones de movilidad sostenible en la ciudad; la instalación de estaciones para la reparación de bicicletas, para promover medios no motorizados; y el fortalecimiento de capacidades para funcionarios públicos a través de un curso de Soluciones basadas en la Naturaleza con enfoque en contextos urbanos, en donde se inserta la iniciativa del Bosque Hundido.
 
“Como equipo municipal estamos muy agradecidos del aporte de WWF, por el trabajo conjunto en esta iniciativa y además por la instalación de capacidades en Soluciones basadas en la Naturaleza en contextos urbanos, dirigido a los equipos municipales, donde se compartieron algunas experiencias de metodologías como ésta, que se ven mucho en otros países y que han solucionado conflictos graves en diversas ciudades del mundo”, indicó Cindy Farías, paisajista de la Municipalidad de Valdivia.
 
“Este proyecto es emblemático por el lugar donde se emplaza, un ícono para la ciudad de Valdivia, que es su costanera, lugar que es muy visitado por sus habitantes pero también por muchos turistas, por lo que tenemos la confianza de que esta demostración, de traer la naturaleza de regreso a la ciudades, entregando solución a problemáticas tan complejas como lo son las inundaciones, sea un ejemplo de educación ambiental y también para que otras ciudades se motiven a replicar”, manifestó Rodrigo Catalán, director de Conservación de WWF Chile.
 
La iniciativa, busca ser un piloto que permita demostrar que, sumando infraestructura verde a las ciudades, es posible generar pequeños cambios para mitigar los efectos del cambio climático, contribuyendo a la propagación de la biodiversidad nativa y siendo refugio para aves e insectos, así como también para las personas que circulen en la costanera y deseen refrescarse en temporadas de altas temperaturas. Así, se espera que este tipo de soluciones se repliquen tanto en esta como en otras ciudades del país. “Se han hecho mediciones de comparación de temperaturas en una jornada de calor y dentro de los núcleos nativos como este se ha logrado percibir entre 18° a 20° C, mientras que fuera del espacio los registros oscilan entre 30 a 35°C, por lo que, sin duda, contribuirá al bienestar de las personas en el verano, cuando las temperaturas son más altas”, indicó Farías.
 
“Esta iniciativa demuestra de manera empírica, cómo diferentes soluciones de manejo de espacios urbanos, como el tratamiento adecuado de pendientes y la topografía, permiten no solo tener un aspecto paisajístico u ornamental sino también funcional, ya que como bien sabemos, el cambio climático está afectando fuertemente a las ciudades y una de sus consecuencias son las lluvias torrenciales y las posibles inundaciones”, comentó Cristóbal Lamarca, director de Activa Valdivia.

El núcleo nativo, permanecerá cerrado perimetralmente por alrededor de un año, con el objetivo de resguardar el crecimiento de las plantas y, una vez consolidado, ya pueda ser abierto para que la comunidad lo aprecie, cuide y disfrute.