Posted on mayo, 12 2024

Belén Stamm y Sebastián Gonzáles son los creadores de Gyro bike, un proyecto familiar que durante diez años ha buscado desarrollar productos a partir de energías limpias, bajo la potente idea de dejar un mejor mundo a sus hijas.

¿Cómo nace Gyro bike?

De ser papás, cuando nuestra hija era chiquitita y, por ejemplo, veía a alguien en la calle botando un papel, les decía que eso no se hacía y nos fuimos haciendo cada vez más conscientes de todo lo que ella sabía. Además, yo siempre me he movido en bicicleta, así que llevé a Seba por ese camino también, ahí fue cuando buscamos la forma de integrar a nuestra hija a esa rutina mediante un carrito que compramos, pero nunca nos convenció porque era de colores oscuros y bien feo. Seba lo miró bien y me dijo que él podía hacerlos, entonces compramos los materiales, nos conseguimos las herramientas con amigos y nuestra primera creación fue un carrito fucsia con amarillo para nuestra hija, le agregamos hasta ventanas e intermitentes.

¿Cómo se da esa transición de adaptar un medio de transporte para su hija a comenzar a fabricar la “Bicijugo”?

Cuando vimos que éramos capaces de fabricar cosas por nuestra cuenta, comenzamos a capacitarnos y a adquirir nuestras propias herramientas, de ahí nació algo que llamo exceso de confianza porque Belén comenzó a vender fácilmente los productos y me mostraba opciones que de solo mirarlas yo ya sabía que podía fabricarlas. Un día, vimos por internet un evento europeo donde había una “bicijugo” y decidimos replicarla, nuestra idea era demostrar que la bicicleta además de ser un gran medio de transporte, podía servir para divertir a los niños mientras hacían deporte para al final obtener un premio que fuera bueno para su salud. Sabemos que en Chile hay un gran índice de obesidad infantil, entonces este tipo de elementos se presenta como una solución a esa problemática.

¿De dónde nace la idea de implementar la energía solar como solución a los trabajos de reconstrucción post incendios?

Era necesaria una solución un poco más económica y que pudiera llegar a más lugares, como en Valparaíso y Viña del Mar hay muchos cerros, era complicado llevar algunos elementos a ciertos sitios. Por esto, fabricamos carros especiales para transportar paneles solares y que así las personas pudieran cargar sus aparatos electrónicos o, incluso, conectar herramientas para labores de reconstrucción, sin la necesidad de acudir a los combustibles fósiles que alimentan los generadores, los cuales, además de ser contaminantes, significan un gasto adicional para las familias.

Ustedes no solo incluyen soluciones amigables con el medio ambiente en su emprendimiento, lo hacen también en su vida cotidiana

Claro, nosotros adaptamos nuestro hogar a las necesidades de nuestro emprendimiento y a las de nuestra familia, construimos nuestro taller, pero también todo un mecanismo que nos permite aprovechar la energía con la mayor eficiencia posible. En nuestra casa tenemos árboles frutales, paneles solares y un generador de agua atmosférico que nos permite generar alrededor de 20 litros diarios.

¿Cómo han vivido el desafío de criar a sus hijas en un ambiente más ecológico y consciente con la naturaleza?

La verdad es que ha sido bien lindo enseñarles a las niñas a pensar por qué es importante cuidar el medio ambiente y el origen de las cosas, ellas tienen muchos compañeritos que no saben lo que es una ciclovía, por ejemplo, y ellas les van enseñando. Sabemos que a los papás nos toca mucho trabajo y a veces no dan los tiempos para otras cosas, en ese sentido, vemos nuestro emprendimiento como una solución a equilibrar las tareas y dedicar el tiempo que nosotros consideramos necesario para enseñar sobre otros saberes a nuestras hijas, nuestro mayor consejo para ellas y las futuras generaciones es aprender lo que más se pueda, en nuestro caso, hemos estudiado diferentes carreras y oficios que nos han permitido buscar soluciones más allá de lo convencional.

¿Cómo se ven en el futuro? ¿Cuál es su siguiente invento?

Nuestro sueño es recorrer el mundo en un auto eléctrico, estamos capacitándonos e intentando aprender lo mayor posible para lograr adaptar el transporte que nos lo permita y, además, yo estoy estudiando fotografía para poder ir registrando la travesía. Esperamos poder cumplir ese anhelo en unos años más, y si a esa fecha nuestras hijas se quieren unir, ¡mejor todavía!