Incendios incontrolables: ¿Por qué cada año son más destructivos?

Posted on febrero, 14 2025

Los incendios que han afectado al país año tras año han dejado un daño irreparable, con pérdidas humanas, materiales, de ecosistemas y biodiversidad. Esto parece ser algo recurrente, especialmente en los veranos. Pero, ¿por qué los incendios parecen cada vez más difíciles de controlar y empeoran con los años?
 

Actualmente, en nuestro país nos enfrentamos a incendios de sexta generación, los cuales modifican las condiciones meteorológicas de la zona, produciendo pirocúmulos (nubes de calor extremo) que pueden derivar en tormentas de fuego y tienen un comportamiento tan impredecible que imposibilitan su extinción. 
 

Rodrigo Catalán, director de Conservación de WWF Chile, explica que “lo que los diferencia de otros incendios es su capacidad de afectar áreas mucho más grandes que los incendios forestales normales, generalmente sobre las 10 mil hectáreas. Estos megaincendios tienen enormes impactos sociales, económicos y ambientales, afectando vidas humanas, infraestructura y también a la naturaleza”.

 

Diversos factores ambientales y climáticos han favorecido la aparición de este tipo de incendios. Por ejemplo, el cambio climático ha traído aumentos de temperatura en muchas zonas, con olas de calor sin precedentes, sequías prolongadas y rachas de viento que los propician. Sumado a esto, los cambios en el uso del suelo y la gestión forestal han llevado al desarrollo de centros poblados en las cercanías de bosques y plantaciones, así como a la acumulación de biomasa seca y establecimiento de paisajes homogéneos sin diversidad, como ocurre con las plantaciones forestales del centro-sur de Chile. 

 

Es importante destacar las dificultades de extinción. Entre éstas se encuentran:  

  • Comportamiento impredecible y alta intensidad: Los incendios forestales de alta intensidad se caracterizan por su comportamiento impredecible, lo que significa que pueden cambiar de dirección y velocidad rápidamente, dificultando su control. También las condiciones climáticas adversas (como altas temperaturas, baja humedad y fuertes vientos) y la topografía del terreno. La combinación de estos factores puede resultar en incendios que se propagan rápidamente y son difíciles de extinguir.

 
  • Generación de pirocúmulos y tormentas de fuego: Los pirocúmulos son nubes que se forman a partir del calor extremo generado por grandes incendios forestales. Estas nubes pueden crecer y convertirse en pirocumulonimbus, que son nubes de tormenta capaces de desencadenar fenómenos meteorológicos extremos, como rayos y fuertes vientos. Estos fenómenos pueden agravar aún más los incendios, creando condiciones peligrosas para los equipos de extinción y aumentando la dificultad de controlar el fuego.

 
  • Limitaciones de los servicios de extinción actuales: Entre ellas se encuentran la falta de recursos adecuados, como personal, equipos y tecnología. Además, la fragmentación institucional y la falta de coordinación entre diferentes agencias pueden reducir la eficacia de las operaciones de extinción. Como se mencionó previamenteo, las condiciones extremas de los incendios, como el comportamiento impredecible y la generación de fenómenos meteorológicos propios, también dificultan el trabajo de los bomberos y otros profesionales.

 

En este contexto, Rodrigo Catalán hace un llamado a aprobar de manera urgente la Ley de Incendios, que actualmente se encuentra en segundo trámite constitucional en el Senado. Según destaca, “este proyecto busca fortalecer la estrategia de prevención y mitigación contra incendios forestales, a través del establecimiento de instrumentos de gestión forestal y áreas de gestión territorial y el reforzamiento de la labor de comunidades preparadas y redes comunitarias de prevención, entre otras”. Además, el director de Conservación de WWF Chile enfatiza que, “es totalmente necesaria una discusión inmediata, en cuanto los parlamentarios retomen sus funciones”.

 

A otras medidas que resultan de suma importancia en el contexto actual se suma el proyecto de ley que crea el Servicio Nacional Forestal (SERNAFOR), que se encuentra en el tercer trámite constitucional, y que tendrá entre sus funciones coordinar y ejecutar la prevención, mitigación, protección y respuesta contra incendios forestales. Contar con este SERNAFOR es necesario, porque actualmente existe una importante fragmentación de la institucionalidad forestal que resta eficiencia y eficacia a su accionar, donde hay desafíos país que requieren ser destrabados, sobre todo en el actuar frente a la restauración y mitigación de los incendios forestales. 

 

Por otro lado, es relevante destacar la Ley de Cambio Climático, donde es necesario que avance la implementación efectiva de los Planes Regionales de Ordenamiento Territorial que deben incluir la gestión del riesgo de incendios en las regiones vulnerables, como la zona centro-sur, entre Valparaíso y el Bío Bío, al igual que la Región de la Araucanía, que también ha experimentado incendios de gran magnitud en los últimos años.

 

Lamentablemente, la catastrófica temporada de incendios subraya la necesidad de actuar. Mientras el fuego arrasa con una ferocidad incontrolable, el verdadero desafío sigue siendo el mismo: adaptarnos a una naturaleza que ya no es la que conocíamos, principalmente debido a acciones u omisiones humanas

La temporada de grandes incendios se ha ampliado en los últimos años.
© Adam Dederer
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