© naturepl.com / Andy Rouse / WWF
Cambio climático
Emergencia climática

Desde la revolución industrial, las acciones humanas han causado que las temperaturas promedio del planeta se eleven en casi 1°C. Producto del tipo de desarrollo que la humanidad ha adoptado, el que se basa en el consumo de combustibles fósiles, es que los niveles de dióxido de carbono (CO2) y otros gases que generan el efecto invernadero en la atmósfera son mayores a los registrados en cualquier otro momento de la historia.

De acuerdo con las principales convenciones científicas, se advierte que un aumento de temperatura superior a 1,5°C en relación a la era pre industrial tendría efectos catastróficos: desde inundaciones y tormentas hasta sequías y olas de calor que causarían pérdidas económicas y sociales incalculables; el incremento del nivel del mar debido al derretimiento de los polos, que inundaría ciudades costeras e islas; la escasez de agua y las malas cosechas que generarían desabastecimiento de alimentos y movimiento de personas dentro de los países y hacia las fronteras y un daño irreversible a la naturaleza que generaría extinciones masivas.

© © Jürgen Freund, www.juergenfreund.com

Cambio climático

Ya experimentamos sus efectos, tales como sequías extendidas y olas de calor. Actualmente, el cambio climático es una de las principales amenazas que afecta al planeta y a la humanidad, tiene un fuerte impacto sobre los ecosistemas, pero también sobre las personas.

Estamos frente a un gran desafío que requiere múltiples esfuerzos: limitar la cantidad de gases de efecto invernadero, lograr que el aumento de la temperatura no supere los 2°C en relación a la era industrial, una revisión cada 5 años y  financiación climática por parte de los países más ricos a los con menos recursos. 

© Pixabay
Impulsando la acción climática

© Martin Harvey

ACCIÓN CLIMÁTICA AHORA

La actual crisis climática es un desafío global que reproduce y exacerba las inequidades sociales, por esto, es muy importante trabajar por una acción climática urgente y ambiciosa, mirando el 2020 como una oportunidad para construir un Chile más justo donde la reactivación económica post crisis sanitaria se desarrolle en torno a un eje de sustentabilidad.
 
Como WWF Chile buscamos aportar a la discusión del rol y la ambición que debe asumir el país respecto a los desafíos ambientales de la era post 2020, todo bajo el alero de un Nuevo Acuerdo por la Naturaleza y las Personas, impulsado por WWF en todo el mundo. Nuestro objetivo es contribuir a convertir a Chile en un país descarbonizado, resiliente a los efectos del cambio climático, con una biodiversidad protegida y en recuperación, y sustentable en su desarrollo.

LA COP Y SU IMPORTANCIA

La Conferencia de las Partes (COP), es el máximo órgano decisorio de la Convención Marco de Cambio Climático de las Naciones Unidas (CMNUCC). Las partes, son aquellos países que han ratificado el tratado y participan de las negociaciones.

La importancia de la COP está en que es el único órgano que puede tomar decisiones de implementación del tratado CMNUCC. No es permanente, se organiza cada vez que los países se reúnen y su periodicidad está definida en la Convención, en este caso se realiza cada año en un país diferente.

El 2019, fue el turno de Chile como país anfitrión. La Convención Marco de Cambio Climático de las Naciones Unidas (CMNUCC) es el tratado internacional ambiental que busca darle solución a la problemática del cambio climático. Se firmó en la Cumbre de Río de 1992 y entró en vigor en 1994. Actualmente, todos los países miembros de la ONU hacen parte de la Convención.

© Janis Vergara / WWFChile

Las NDC

En el 2015, durante la adopción del Acuerdo de París* en la 21 Conferencia de las Partes (COP 21), 196 partes (correspondientes a 195 países más la Unión Europea), se comprometieron a realizar esfuerzos adicionales para reducir las emisiones a nivel global y conseguir un equilibrio entre las emisiones y absorciones de gases de efecto invernadero a largo plazo, con el objetivo de evitar que el incremento de la temperatura media global supere los 2°C según los niveles preindustriales, centrando los esfuerzos en que el calentamiento global no supere los 1,5°C.

Desde este acuerdo, nacen como punto central las NDC (contribuciones nacionalmente determinadas, por sus siglas en inglés), constituyendo el documento que refleja los esfuerzos nacionales de cada parte desde el 2020.
 
* El Acuerdo de París fue suscrito en el contexto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que establece medidas para la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a través de la mitigación, adaptación y resiliencia de los ecosistemas.
 
 

© Jonathan Marín Vilches / WWF Chile

Un poco de historia

El año 2019, Chile se adjudicó la presidencia de la COP25 luego de que Brasil desistiera de hacerlo. Si bien, en primera instancia, la conferencia de las partes se efectuaría en la ciudad de Santiago, luego del estallido social desarrollado en el país, el Presidente Sebastián Piñera anunció que el evento se trasladaría a Madrid. Esto significó que toda la logística y organización se moviera a España pero la presidencia continuaba en manos de Chile. 
 
Aunque la COP25 es la Cumbre del clima de Naciones Unidas que más ha durado en la historia, extendiendo su tiempo de trabajo un día más, finalizó con los grandes países contaminantes: Estados Unidos, China, India, Japón, Brasil y Arabia Saudí, eludiendo la responsabilidad de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, bloqueando el progreso de las negociaciones, a pesar de la urgencia presentada por los países de mayor tasa de vulnerabilidad y las movilizaciones realizadas por sociedad civil, agrupaciones de jóvenes y comunidades indígenas. Acción que culmina en la negativa a intensificar esfuerzos para mantener la temperatura global por debajo de 1,5°C.

Si bien, fue llamada la “COP de la ambición”, las discusiones observadas en Madrid reflejan falta de voluntad política para adoptar compromisos sugeridos por la ciencia, lo que evidencia que los grandes países emisores han demostrado falta de urgencia para actuar. Reflejándose en resultados que no han significado avances para el mercado de carbono, respeto a derechos humanos, participación pública y financiamiento de pérdidas y daños para combatir los impactos del cambio climático.

© Denisse Mardones / WWF Chile

Las NDC de Chile

Desde WWF, nos tomamos muy en serio la posibilidad de ofrecer una propuesta que permitiera aumentar la ambición de las NDC de Chile, ante lo cual elaboramos un documento con 15 puntos, el cual fue presentado ante la sociedad civil interesada en los temas climáticos, así como también el sector público y privado, y la academia, para socializar e incorporar miradas claves de parte de estos actores.

La propuesta final fue entregada a la Ministra del Medio Ambiente, con el fin de servir como insumo a la propuesta de NDC mejorada por parte del Gobierno de Chile. Si bien algunos de los puntos levantados por WWF fueron incorporados en la propuesta que el Ministerio publicó para consulta pública en su plataforma de Consulta Ciudadana, los resultados preliminares de Climate Action Tracker indicaban que la NDC chilena, en su escenario más óptimo, serían calificadas como “insuficientes” para alcanzar nuestra parte como país para la meta del Acuerdo de París. No obstante ello, señala que si Chile logra implementar todas sus políticas planificadas, podría alcanzar el peak de sus emisiones en 2023, incluso antes del peak propuesto en 2027. Esto sería un logro notable y establecería al país como líder en la acción climática.

Bajo este escenario, WWF Chile participó de la consulta pública e invitó a la ciudadanía a participar de la misma, con un resumen de la propuesta técnica de la organización, alcanzando casi un 30% de todas las opiniones ingresadas en la plataforma.

Entrega de la actualización NDC de Chile a la UNFCCC
Con la presentación de su NDC actualizada ante la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), Chile responde a uno de los compromisos suscritos durante la COP25, realizada en 2019 en Madrid, bajo presidencia chilena. Con ello, se suma a Singapur, Japón, Moldavia, Islas Marshall, Noruega y Surinam, quienes ya entregaron sus contribuciones mejoradas, dentro de un total de 188 países que deben hacerlo.

Entre los puntos de mejora, la propuesta cuenta con metas absolutas de reducción de emisiones y una estrategia de largo plazo para alcanzar la carbono neutralidad al 2050; el adelanto del peak de emisiones del 2027 al 2025 -aunque el ideal es que se alcance en 2023- y el establecimiento de una meta de restauración de un millón de hectáreas de paisajes y la protección de al menos el 10% de las ecorregiones marinas actualmente sub-representadas, ambos objetivos fijados al 2030; así como el manejo efectivo del 100% de las Áreas Marinas Protegidas. A esto se suma la incorporación de un Pilar Social de Transición Justa y Desarrollo Sostenible y la intención de promover el diseño e implementación de instrumentos financieros verdes, lo que contribuirá al desarrollo de una economía resiliente al clima y baja en emisiones.

Paisaje terrestre 
© Evelyn Pfeiffer/ WWF Chile


Desafíos por cumplir


Incorporar las Áreas Protegidas terrestres como contribución en adaptación y mitigación; incrementar la forestación con bosque nativo a 500 mil hectáreas al 2030; e incorporar metas más específicas para avanzar hacia ciudades sustentables, ya que es en las urbes donde se requieren mayores esfuerzos de mitigación, pero también de adaptación.
Revisa el documento de la actualización NDC de Chile aquí

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